
Cafecitos tostaos como describe el grupo Jupawis al maravilloso recorrido que hicimos por unos de los sitios más visitados por los turistas de Colombia y el Mundo, el Eje Cafetero, es un recorrido que hace parte de un trabajo de campo otorgado por la F.U.L.L, que hace parte de nuestro programa de Administración Turística y Hotelera y que busca conocer las fortalezas y debilidades que presenta nuestro gremio en los diferentes destinos turísticos de Colombia.
Este trabajo de campo, fue un viaje lleno de aventuras y aprendizaje, donde nos dimos cuenta que aún falta mucho por explotarle a Colombia en el gremio Turístico y Hotelero. Un viaje de 4 días de ir y venir por las diferentes ciudades de Colombia como Manizales, Pereira, Salento, Quindío, Armenia, Risaralda, entre otros que conforman el famoso triangulo del café y hacen parte de los sitios más visitados por los turistas en las diferentes épocas del año (semana santa, vacaciones, etc.), por su maravilloso paisaje, su gente, su fauna y flora, entre otras cosas, que hacen de éstas un paso obligado para los que quieran disfrutar de una buena gastronomía no solo basada en la bandeja paisa. Algunos sitios relevantes donde disfrutamos de una buena comida típica es el Chorizo de Carlos, El Recinto del Pensamiento (pertenece a la FNC), Mamá Flor en Pereira y en el restaurante del parque del café.
Santa Rosa del Cabal fue el primer hotel que nos recibió después de un largo recorrido desde Bogotá, y un pequeño recorrido por Manizales. Este sitio es muy famoso por sus termales, es un contraste hermoso entre la naturaleza y la arquitectura que allí presenta este hotel. Es muy bonito el sitio, pero desafortunadamente el servicio deja mucho que decir, y allí es donde nos damos cuenta que hace falta mucho apoyo del gremio Turístico y Hotelero para capacitar y mejorar el servicio de atención al cliente. Pues es una lástima que en medio de tanta belleza no pueda uno disfrutar de una buena atención y una comida que al menos deje satisfecho al huésped. Esto es una crítica constructiva, que espero sirva para mejorar. Pereira nos recibió en la mañana siguiente con un maravilloso día, y con un rico almuerzo en Mamá Flor (recomendado), donde se disfruta de la bandeja paisa con coca cola (plato típico de esta ciudad) más sabrosa que allá probado (espero mamá no se disguste con eso, tu cocinas delicioso). Sus calles y recorridos, y en especial su clima, hacen de esta ciudad un destino digno para vivir. Las dos últimas noches la pasamos en la Finca Hotel Araguaney, un Hotel espectacular, donde se mezcla la buena atención con la naturaleza, y las maravillosas casas donde nos hospedamos, un destino que vale la pena resaltar en este recorrido, le hace falta un poco en el tema de la gastronomía, pero con una buena asesoría de alguno de los futuros Administradores Turísticos y Hoteleros de la F.U.L.L., quien quita, se convierta en uno de los hoteles más famosos de las cercanías de Armenia. Bueno esto es en cuanto a la hotelería y el turismo, nos hace falta mucho y es nuestra responsabilidad como futuros profesionales hacer de este país, uno de los destinos mundiales más visitados por los turistas, y es posible, pues contamos con una fauna y flora envidiable, con una amabilidad y sentido de pertenencia inigualable y sobre todo con un país que nos ha enriquecido por siglos con los paisajes más hermosos del mundo. Los invito a conocer Colombia, se pueden llevar muchas sorpresas.
Ahora uno de los planes más controvertidos son los famosos deportes extremos (turismo extremo o deportivo), como por ejemplo el Canopy, deporte que practicamos sobre un bosque nativo y un paisaje que se imponía ante nosotros con guaduales y arboles que sobrepasan los 30 metros de altura, que llevan tu cuerpo a un extremo de adrenalina que no se puede describir solo disfrutar. Y el Parque del Café también ofrece actividades para todas las edades, gustos y preferencias como por ejemplo cabalgata, visita al museo del café, juegos mecánicos, entre otros. Y casi lo olvido, otro sitio interesante que deben visitar es el Jardín Botánico del Quindío, más conocido como el Mariposario, donde podemos disfrutar de la naturaleza y la tecnología en medio de un cuarto que tiene los animales más grandes pero pequeños del mundo (hay que ir para entender a que me refiero).
Bueno, quisiera seguir hablando más de lo maravilloso que fue esta salida de campo, pero mejor los invito de nuevo a todos a que se peguen una rodadita por el País, antes de pensar en conocer la India, Egipto y otros destinos que quedan a Millones de Kilómetros y espero sigamos luchando todos juntos para hacer de Colombia un país donde el único riesgo que tengamos que correr, es el riego de querernos quedar.
Gracias. Att Paola Andrea Rodríguez M.